jueves, 11 de febrero de 2010

Montar un ordenador (parte 9)

MONTAR LOS DISCOS DUROS Y UNIDADES ÓPTICAS.
Los discos duros del ordenador son la memoria no volátil de éste, de tal manera que cuando lo apagamos, los datos en ellos grabados no se pierden, salvo desgracia. A diferencia de la RAM, los discos duros solo sirven para el almacenamiento de datos, no se cargan en ellos los programas cuando se ejecutan.
Los dos estándares más comunes en el mercado de ordenadores de sobremesa son el PATA (Parallel Advanced Technology Attachment, mal denominado IDE) y el SATA (Serial Advanced Technology Attachment). A la hora del conexionado deberemos de tener claro qué estándar siguen nuestros dispositivos dado que se conectan de manera diferente.
A la hora de conectar un dispositivo PATA, habremos de tener en cuenta su posición como Maestro (Master), Esclavo (Slave) o dejar a la Bios decidir su función por su posición en el cable de datos (Cable Select). Para cambiar dicha configuración, los dispositivos llevan un jumper en la parte trasera, junto a la conexión del cable de datos y a la toma de alimentación, cuya posición determina la función del dispositivo.
Para determinar la posición correcta de dicho jumper habrá que tener en cuenta lo siguiente:
-Disco duro único en canal IDE: Posición Master.
-Segundo disco duro en canal IDE: Posición Slave.
-Grabadora+Lectora en canal IDE: Grabadora Master, lectora Slave.
-Disco duro+grabadora en canal IDE: Disco duro Master, grabadora Slave.
No recomiendo la posición Cable Select porque un despiste en la conexión del dispositivo suele dar lugar a muchos e innecesarios quebraderos de cabeza. Para aquellos que deseen hacerlo mediante CS, la primera toma de datos del cable según sale éste de la placa madre es para el dispositivo Master, mientras que la segunda toma de datos es para el dispositivo Slave.
La colocación del jumper es preferible hacerla antes de instalar los dispositivos, puesto que una vez instalados, por su posición suele ser bastante engorrosa dicha tarea. Para sacar el jumper no hace falta más que tener un poco de uñas (pero no como una harpía jejeje) y el pulso medio firme. Una vez extraído (si era necesario cambiarlo de posición), comprobaremos en las instrucciones cual será su nueva posición y lo intruduciremos en los pines de acuerdo a éstas.
Los dispositivos SATA no llevan jumper, puesto que todos funcionan como Master al usar un solo canal SATA cada uno, aunque sí es cierto que algunas marcas como Seagate emplean un jumper cuya función es limitar la tasa de transferencia del disco duro a 150 MB/s frente a los 300 MB/s normales.
El montaje de los discos duros es muy sencillo, aunque puede variar de una caja a otra. Lo nomal es usar 4 tornillos laterales para asegurarlos a las bahías para dispositivos de 3½” del frontal inferior de la carcasa. Repetiremos este proceso tantas veces como discos duros tengamos, cuidando de dejar un espacio entre ellos para mejorar la eliminación de calor. En otros casos, los discos van asegurados mediante railes de plástico a la caja o se atornillan a bandejas que luego son extraibles:
Acordáos de dejar siempre que podais espacio entre los discos duros para mejorar la ventilación de éstos, aunque este espacio también se suele usar para esconder los cables de datos o de alimentación de los mísmos para que el interior de la caja quede más limpio. También es importante que, si vuestra caja lo permite, instaleis un ventilador en el frontal de ésta para que sople aire fresco sobre los discos duros ya que se suelen calentar bastante. Como dato a tener en cuenta, los discos duros funcionan bien hasta 55ºC, pero a partir de esa temperatura empiezan a dar problemas de corrupción de datos y si alcanzan los 65ºC se queman.
La colocación de los dispositivos ópticos es similar a la de los discos duros. Comenzaremos quitando el frontal de la caja para acceder a las tapaderas de metal de las bahías de 5¼” (las de la parte superior de la caja) y las quitaremos, ya sea desatornillándolas o bién girándolas hasta que el metal se rompa. Una vez quitadas las tapas de metal, volveremos a colocar el frontal de la carcasa y quitaremos las tapas de plástico que protejen las ranuras del exterior. Generalmente, estas tapas salen con facilidad con meter un destornillador de cabeza plana y hacer palanca con suavidad (no hagais mucha fuerza porque marcareis el plástico y luego no queda muy bonito que digamos).
Con las tapas quitadas, procederemos a introducir las unidades en las ranuras hasta que queden a ras del frontal, tras lo cual las atornillaremos a la carcasa mediante 8 tornillos (si tenemos ese número disponible, lo que en las carcasas de gama baja no suele ocurrir; en caso contrario, usaremos 4). Repetiremos el proceso tantas veces como unidades ópticas tengamos.En otras cajas, el procedimiento es ligéramente distinto porque las unidades van sobre railes que se deslizan dentro de las bahías de 5¼” o bien llevan soportes externos que las sujetan. Como en el caso de los discos duros, la inventiva de los fabricantes no tiene límites (y agradecidos de ello debemos de estar).
La instalación de la disketera de 3½” (para los que todavía la usan) es idéntica a la de los discos duros. Lo único que deberemos asegurarnos es de que quede a ras de frontal, al igual que las unidades de 5¼”.
Finalizado todo el proceso, el frontal de la carcasa queda así:
En el siguiente capítulo, comenzaremos a conectar los cables, tanto de alimentación como de datos.

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